Jugando con desconocidos

Por RedLips, el 19/11/2021

Jugando con desconocidos

Nos gusta jugar pero cada vez el juego es distinto, aunque en el fondo sea igual... Nos servimos de la cámara del móvil para disfrutar en directo y cuando luego volvermos a verlo también. Es relativamente sencillo, mi chica acude a algún lugar donde sea fácil captar la atención de gente interesante, nos da igual que sean hombres, mujeres o parejas. Nadia es tremendamente simpática, tiene una sonrisa muy bonita y le resulta fácil atraer la mirada de la gente. Eso por no hablar luego de su cuerpo lleno de curvas. Os cuento la última aventura.

Nadia acudió a un pequeño local en un parquecito a la orilla del río. Ella ya llevaba la cámara del móvil conectada, me gusta "acompañarla" en esos paseos, y por supuesto elegir al compañero o compañeros de juego. Se sentó en una mesa desde la que podíamos ver todo lo que pasaba. De momento nada reseñable, habría que esperar... A los diez minutos aparece un tipo de mediana edad, con pinta de estar estresado. Este. Nadia comenzó con su actuación. De forma discreta pero asegurándose de que el tipo la viera, lo miró descaradamente mientras abría un poco más sus piernas y se subía la falda. Con un gesto rápido y estudiado, deslizó sus bragas de manera que se le viera el coño. Desde luego el tipo la miró comiéndosela con la mirada. Nadia sabía bien qué hacer, pasar cerca para ir a pagar y a continuación preguntar en voz alta dónde estaba el baño. Lo sabia de sobra, un pequeño y discreto lavabo a la parte de atrás, aunque había que salir fuera de la cafetería.

El hombre la había escuchado, ya habíamos echado el anzuelo. Nadia iría al baño y colocaría la cámara de forma que yo los viera. El tipo no tardó nada en llegar. Con gesto tosco metió su mano debajo de la falda directo a lo que le interesaba mientras con la otra le estrujaba los pechos. Se bajó los pantalones y le puso sin más miramientos la polla cerca de la boca. Nadia comenzó a chuparle con estilo de actriz porno. El tipo ni sospechó que lo estaba viendo desde el móvil.

-¡Eh tío! dije ante el desconcierto del hombre entregado a la boca de mi chica
Nadia se hizo la sorprendida, como si no supiera qué pasaba...
-Oye, ¿qué clase de broma es esta? replicó el tipo mirando a Nadia
-Eh, no te preocupes, lo tranquilicé, es un poco torpe con la tecnología, pero puedes seguir, seguro que es la mejor mamada de tu vida
El tipo estaba a punto de salir corriendo, pero pensar en la mamada que había quedado a medias pudo más.
-De hecho, le dije, puedes follartela también, te gustaría, ¿verdad? Deja que te la mame bien y luego te la follas. Eso sí te corres fuera
Nadia estaba delante de él, con las tetas fuera y las bragas caídas, mostrando su coño depilado en todo su esplendor.
El hombre no dudó, volvió a meter su verga en la boca de Nadia, que se empleó a fondo para hacerle disfrutar.
Al poco el hombre la puso a cuatro patas, la penetró desde atrás, a un ritmo frenético. Se corrió en el culo de mi chica mientras ahogaba un grito de placer.
-Lo has pasado bien ¿verdad? me alegro tío, pero ahora tengo que castigarla a ella, por hacer esto continuamente... Tienes que ayudarme. 
El tipo estaba desconcertado, pero llegó a asentir con la cabeza. 
-¿Sabes qué haría si estuviera aquí? unos buenos azotes, pero como no puedo hacerlo quiero que te encargues tú...
El hombre comenzó a palmear el culo de mi chica con gesto seguro, uno, dos, tres, diez cachetazos...
-Vale tío, creo que no funciona, esto le gusta, tócale el coño y verás como lo tiene mojado.
El hombre metió su mano bruscamente en el coño de Nadia, para comprobarlo. Se empalmó.
-Mira, creo que necesita algo más fuerte, que le de vergüenza de verdad. Deja que te la vuelva a chupar, y te corres en su cara.
Dicho y hecho el tipo obedeció, mientras yo, muy excitado, deseaba que mi chica volviera a casa para follármela y agradecerle el buen rato que me estaba haciendo pasar.
-Muy bien tío, eso es, que salga así y que vean lo guarra que es. Ah, y coge sus bragas y quédatelas de recuerdo, que bastante has tenido que pasar...

El tipo salió con Nadia, sin saber aún cómo había tenido la suerte de correrse dos veces con un bellezón como mi chica. Nadia había estudiado la zona y conocía un pequeño atajo por el que nadie la vería llegar al coche, aunque eso el tipo no lo sabía... La recogí allí cerca y nos fuimos a casa, donde después de una buena ducha me la follé unas cuantas veces, excitados ambos por lo que acababa de pasar.

Al día siguiente pasamos los dos por el mismo local a la misma hora. Vimos desde una cierta distancia que el tipo estaba allí sentado, con los restos de varias consumiciones en la mesa. Por lo visto estaba esperando verla de nuevo, pero amigo mío, ese tipo de suerte solose tiene una vez en la vida...


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