Fornifilia, el placer de ser objeto

Por Lara Vels, el 30/05/2021

Fornifilia, el placer de ser objeto

El BDSM no tiene nada de convencional, obviamente. Aunque seguramente las prácticas más conocidas por el público sean el bondage, el spanking, los conocedores del tema saben que hay unas cuantas más. Una de ellas es la fornifila, una práctica del BDSM en la que el sumiso adopta el rol de un objeto. El Amo goza de ese objeto y el sumiso de sentirse como tal. Los más habituales son sillas, mesas o lámparas. Se puede hacer todo tipo de objetos, siempre que sea consensuado y se haga de forma segura. En niveles más avanzados se puede incluso momificar, con vendas, plástico o látex. Aquí el riesgo es muy grande por el peligro de asfixia

Al igual que el bondage, la fornofilia tiene un componente visual muy atractivo, es considerado por muchos un arte. Requiere técnica y experiencia por lo que no es una práctica que se pueda realizar de buenas a primeras. 

La persona convertida en objeto queda totalmente inmovilizada normalmente con cuerdas, a veces durante horas, por lo que hay que saber muy bien qué se está haciendo con ellas y con la postura en la que queda la persona. Como en cualquier práctica del BDSM hay que tener cuidado, pero con algunas cosas más aún. 

Lo más frecuente es que el Amo disfrute de ese objeto y para mostrarlo a los demás organice una reunión o fiesta para mostrar a los demás esa obra de arte, que los demás pueden admirar o utilizar incluso. Es posible que además, se muestre el proceso de inmovilización ante los invitados.

Solo disfrutar de algunas imágenes de fornifilia es un placer para la vista, pero no es una práctica para principiantes. 


0 Comentarios