Lo más perturbador que te ha pasado en...
Por Lara Vels, el 16/03/2021

Era un juego de lo más inocente, contestar algunas preguntas que no hubiera respondido jamás no llevar en el cuerpo un par de copas de más. Y de no ser la otra opción quitarme una prenda. Así es que medio borracha y entre risas contesté a la que me había tocado.
¿Qué es lo más turbador que te ha pasado en el médico? Supongo que mi marido y mis amigos esperaban alguna anécdota referente al ginecólogo, es un clásico. Que cómo te reconoce si apaga la luz, que si te toca de esta manera o la otra. Pues no, lo más turbador me pasó en el gabinete de belleza al que iba a depilarme.
El ambiente era habitualmente relajado, media luz, música suave de fondo. Un dulce y penetrante olor a crema invadía todo el espacio. Tenía que retirarme un poco hacia dentro las bragas para que me aplicaran el láser por la zona. Al apartarlas oprimí mi clítoris y entre eso y roce de la esteticista me excité de manera involuntaria. Noté que mis bragas se mojaban al instante. Pero mojadas de traspasar la braguita y manchar.
Ella lo tenía que ver porque tenía que mantener esa posición durante unos minutos mientras hacía su trabajo. Ver lo que me estaba pasando e imaginarme a mí misma todavía me alteró más. Y medio desnuda en una camilla, con un ambiente tan dado a la relajación es difícil disimular. Fue un rato muy incómodo para mí. Si ella notó algo ni dijo ni dejo ver que así fuera.
Al acabar de contar mi historia, mi amiga Paula, me preguntó cuánto costaba cada sesión. La muy cachonda se esperó a que contestara y toda seria me dice que si me la hubiera tirado me habría salido gratis. Más risas. Y luego mi marido, que a la próxima la entretuviera lo justo para que él se uniera a la fiesta, que a él el dentista no lo trata así de bien.
Desde aquel día no he vuelto a decir la palabra depilación ni esteticién delante de ellos, a pesar de la borrachera que tenían aún se acuerdan.
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