La fiesta más perversa...
Por Lara Vels, el 07/02/2020

Entré en el lugar y miré fascinada. Todo era oscuridad y terciopelo, máscaras, perfume tenue en el ambiente. Parecía sacado de una novela antigua ambientada en la Francia más perversa. Yo ya sabía que no había reglas, y sobre todo, que no podría decir que no si traspasaba el umbral. La regla era que debía decir que sí a cualquier proposición. Solo una persona, la Máscara Negra, dueño y señor de la fiesta tenía ese privilegio. Podía ocurrir cualquier cosa y no sabía si me daba más miedo eso, o que a partir de ese momento todo lo que no fuera así me pareciera aburrido. Dí un paso al frente y me sumergí en un mundo oscuro que me llenaría de excitación y vida...
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