Ten sexo divertido con pequeñas perversiones
Por Lara Vels, el 13/12/2019

Aunque lo tuyo no sea el BDSM, te propongo que juegues un poco. Por una vez no va a pasar nada, y quién sabe, a lo mejor no quieres probar otra cosa. Jugar a dominar y ser dominado. ¿Te atreves?
Cumplir órdenes, someterse a una disciplina, palabras sucias, son pequeñas, muy pequeñas perversiones que pueden darle una vuelta a la manera en que practicas sexo. Y aquí somos muy de sexo alternativo, así es que te proponemos unas cuantas ideas. Y si se te ocurren otras cosas, nos lo cuentas.
Dominar al otro no tiene porque ser aburrido ni rígido, se trata de jugar, de asumir un rol. Incluso puede ser cada vez uno, porqué no. Una vez dominas tú, otra te sometes. No hay reglas, no hay juicios. Solo diversión, comprenetración, dejarse llevar. Importante, no hay ni que decirlo, sentirse confiados y a gusto. Aquí se trata de que dos disfruten...
Empecemos pues. Sin duda el sexo se encamina de una manera u otra al orgasmo. Así es que, ¿qué tal si ese dulce momento queda a la merced de otro?
Pequeña perversión: decide tú cuándo será el momento del orgamso. Haz que tu pareja, hombre o mujer, se toque cada cierto tiempo, el que establezcas, cada media hora, una hora. Unos segundos. Le excitará meterse en faena y no saber cuándo dirás basta. Es más divertido si mandas parar cuando estén muy cerca de alcanzarlo. Y al cabo de un rato, vuelta a empezar, hasta que consideres que ya es suficiente y se lo ha merecido. No me digas que no tienes ganas de probarlo ya mismo...
Otro día más...
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