Aventura entre tres... Parte II
Por Selestina, el 19/09/2018

Ahora venía la parte más difícil, sembrar la idea de una aventura a tres tiempos en la tímida Ana.
Helena estaba segura de que a Ana le interesaba Sergio, una vez ambas se quedaron a dormir en su casa y pudo ver como los tímidos pezones de Ana se endurecían al verlos besarse.
No se molestó, le encantó verlo.
Así que comenzó poco a poco a insinuarse a ella, esto era lo más difícil, saber si estaría dispuesta a estar con otra chica.
La invitó más a su casa, a dormir, se desnudaba frente a ella con la excusa de cambiarse de ropa, la rozaba cada vez que podía, le pedía que durmieran juntas y se pegaba a ella.
Le daba halagos, acariciaba su cabello, le sonreía más, hacía todo lo posible por tocarla.
Una noche la invitó a su casa a tomarse algunos tragos, comer pizza y ver una peli.
Ana llegó a su casa con un pequeño bolso, su ropa de dormir y una caja de galletas, una visión adorable y extremadamente sexy.
Así que Helena se puso manos a la obra.
Cervezas iban y venían, trozos de pizza, risas, caricias, sugerencias de películas, más caricias, un acercamiento, paciencia y muchas ganas.
La noche avanzaba y Helena se sentía valiente, así que lanzó una sugerencia atrevida:
- ¿Y si vemos una peli porno?
- ¿Cómo? Jaja ¿por qué lo dices?
- ¿Por qué no?
- No sé, aquí tengo una ¿te animas?
Ana se rió a carcajadas y se puso de todos colores.
- No has dicho que no
Así que Helena puso una peli en la que dos tímidas colegiales exploraban sus cuerpos.
La película avanzaba, Helena se calentaba cada vez más y se dejaba llevar, miraba a Ana disimuladamente, podía notar como mordía sus labios y como se tocaba casi accidentalmente.
Helena supo que había llegado su momento, no lo pensó dos veces y se acercó directo a los labios de Ana, la besó sin pensarlo, con fuerza, metió su lengua en la boca húmeda y ardiente de la peliroja.
Apretó sus senos mientras la besaba y procedió a subirse en sus caderas.
Ana no se resistió, recibió el beso, se dejó tocar, movió sus caderas rítmicamente bajo el peso de Helena, la mordió con fuerza y metió sus dedos en su cabello.
Luego del instante de frenesí, se separaron, se rieron y se besaron un poco más, ambas estaban húmedas, deseosas, Helena no perdió la oportunidad.
Bajó sus labios hacia los pezones llenos de pecas, los mordió primero con ternura y luego con desesperación al escuchar sus gemidos.
Sintió como Ana comenzó a tocarse y esto la estremeció y la llevó a la locura:
- Tócate reina, tócate duro
Entonces Helena llevó su boca directo a la mojada vagida de Ana, metió su lengua en ella, mientras junto con sus dedos acariciaba su clítoris, estaba extasiada con su sabor, necesitaba más, lamerla más, comérsela toda.
Siguió casi sin respirar, perdida de ganas, quería escucharla acabar, quería que se rindiera.
Hasta que lo logró, Ana gritó de placer, y su humedad llenó la lengua de Helena hasta que bajó por sus comisuras.
Quedó exhausta de placer, con los ojos cerrados respiraba con calma.
Helena sonrió complacida, se acostó a su lado y comenzó a tocarse con calma, luego de colocar un video de un trío.
Se masturbó con lentitud con calma, Ana se despertó y comenzó a besarla, a acariciar sus senos, a meter sus dos dedos adentro y afuera de su vagina mientras Helena frotaba su clítoris.
Acabó con fuerza y lo sintió en todo el cuerpo, luego de acabar Ana bajó y la lamió, era el broche de oro para una noche espectacular.
A la mañana siguiente Helena llamó a Sergio y le dijo:
- Tengo un plan.
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