Mis mil y uno goces. Lara Vels

Por TuLady, el 19/06/2018

Mis mil y uno goces. Lara Vels

Allí estaba Judith, expuesta frente a un grupo de unas ocho o nueve personas. Todavía recordaba la primera vez que le había ocurrido algo parecido, apenas hacía un año. Ese día, igual aquella noche en la discoteca, ella era una especie de ofrenda, había sido Andrea la que la había llevado al centro de la habitación atándola con una cuerda roja. Ahora era ella la que voluntariamente se había entregado. Estaba tumbada en una mesa, también atada de pies y manos, con las piernas impúdicamente abiertas. La comida estaba distribuida por todo su cuerpo, con algunos trozos introducidos dentro de su sexo. La habían rociado con miel. Era un hermoso y bello banquete que poco a poco sería devorado por ese grupo, que mientras esperaba y contemplaba su preparación, daba rienda suelta a su imaginación, deseosos de comenzar con el juego. Jugarían con ella, le proporcionarían placer, caricias de todo tipo. Su cuerpo acabaría esa noche exhausto, lamido, mordisqueado y deseado... tendría varios orgasmos a los que no se podría negar, atada como estaba. Después, abriría su cuerpo a los deseos del grupo, sin censura, sin objeciones, sin resistencia. Y como aquella noche, feliz de sentirse penetrada, poseída y sobre todo observada....

Lara Vels


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