Los amantes. Fragmento. Pierre Bisou
Por Malcolm, el 31/12/2017

Así, penetrada por mi dedo, ardiente, me susurras:
—Cuéntame cosas...
Cuando te lamía el culo echabas mucho de menos que no pudiera contarte historias. Pero ahí, en la bañera, sí, tengo la boca libre, y el deber de servirme de ella para excitarte, para contarte cosas que te humedecerán, ocurrencias obscenas, vibrantes guarradas. Te encanta eso, mi dulce puta, como cuando te digo que te dejas penetrar por dos empalmados en celo que te dan a la vez con grandes movimientos, por ambos lados, por supuesto, con unas vergas enormes, evidentemente; tienen unas vergas enormes, unos rabos translúcidos y empinados, diamantes, o rabos de una madera preciosa, estoques bruñidos, barrotes, dos tipos que te machaquen el higo, ¡tu sueño! ¡Dos profesionales! O algún otro argumento también: te describo desnuda, haciéndote una paja en plena noche delante de una asamblea de perversos intocables, ¡y tú sacándote brillo, y ellos que te someten a más no poder, eyaculan sobre sus zapatos de cuero, se la pelan el que más mejor! ¡Chorros! ¡Espectáculo! ¡Esperma! ¡Circo!
Sí, a ti te encanta.
Imaginar tales cosas.
Folladas, y un montón de gente que lo presencie.
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