Los amantes. Pierre Bisou

Por RedLips, el 16/12/2017

Los amantes. Pierre Bisou

Jamás nada me ha proporcionado esta sensación de vértigo como dar por el culo, cuando mi rabo parece literalmente colgar o perderse en el culo penetrado hasta el fondo, una sensación de vacío en el que late mi glande mientras el ano de mi dulce amiga estrangula mi asta.

Y a ti también te encanta eso.

Al principio te muestras tan púdica, inquieta, incómoda, ahí lo tienes: el miedo a la mierda. Como eres poco habladora, no sé si es que la sientes apretando a ras del ano, o es un temor más general, un pánico de niño que se caga en las sábanas. Te tranquilizo entonces como puedo, aunque me importa un comino: respeto, espero las señales de tu disponibilidad anal, que sabrás hacerme llegar. El juego está en tus manos.
Todo puede empezar con una ducha o un baño. Una relajación del cuerpo y de los nervios nos beneficia a ambos. Te miro con ternura, pues tan bella y cariñosa me pareces, estás desnuda, el agua también participa del milagro, por supuesto. Tus senos flotan en la superficie como los de una plácida asfixiada, tus pezones crean un cerco coralino, propicio a las melodías de la imaginación.

Esta noche te encuentras en la amplia bañera de patas de león que ocupa el centro de tu peculiar cuarto de baño, perfectamente inmaculada; ciertas sales liberan, burbujeantes, dulces esencias, entre tus piernas, bajo los bellos dedos de tus pies nacarados por hermosas uñas, a lo largo de tu marmórea espalda siguiendo la senda del surco de tu culo. Has repartido velas un poco aquí y allá, las justas para que nos veamos sin demasiado detalle, para darles también su oportunidad a los efectos de luz. Al principio hay que procurar por el bien del espectáculo.

Es lunes, se está poniendo el sol.


2 Comentarios