Los hombres Geisha
Por RedLips, el 25/08/2016

En Japón son un colectivo importante, que si sabe gestionar sus encantos, puede llegar a ganar mucho más dinero que un muchacho con carrera. Estos host por lo general tienen entre 18 y 30 años y entran en este mundo normalmente para ganarse un dinero para pagarse los estudios, ahorrar para planes futuros, etc. Algunos llegan a alcanzar tanta fama que salen en la televisión, escriben libros, blogs, asesoran a hombres de negocios...
La clienta recibe al llegar al club un catálogo para que elija el que más le gusta. Normalmente están agrupados por categorías y los chicos suelen adoptar un nombre de personaje histórico, o de manga o anime que también va de acuerdo con su personalidad y aspecto. La primera vez que una mujer acude al club es gratis, salvo en los clubes más lujosos en los que si se paga, y tienen derecho a probar un rato a todos los chicos. En la segunda ocasión ya deben quedarse con uno, el host asignado, que pasará a ser su host designado y que ya no podrá cambiar ya que se considera de mal gusto. Normalmente tampoco tendrá sexo con él, ya que se entiende que una vez obtenido su deseo se irá a otro club.
Un host con amplia clientela, de los más solicitados, puede ganar unos 5000 dólares al mes, casi todo debido a la comisión que recibe de todo lo que consuma su cliente. Así es que el propósito principal será estar lo más atento y servicial posible para que su clienta beba constantemente, y debe ser lo más sumiso posible, plegarse a sus deseos, si bien conforme se hace popular pasa al estatus de "rey". Cuando un host que ha hecho una buen carrera es frecuente que abra su propio club.
Si una vez transcurrida una hora desde que se ha abierto el club no hay clientas, es habitual que recurrán al Nanpa que consiste básicamente en salir a la calle a repartir invitaciones, descuentos y mostrar los catálogos con los chicos. La estética que se considera moderna es la del hombre andrógino, con el pelo en forma de melena, y generalmente teñido, y por lo general suelen llevar traje negro pero acompañado de zapatos o botas de cuero puntiagudos. También tienen un día en el que pueden vestir con su estilo, y parece que están empezando a tener más éxito los clubes en los que siempre es así.
El éxito de un host no depende de su físico estrictamente, aunque los que no tengan uno excelente lo tendrán más complicado. La base de su triunfo es conseguir clientela, que las mujeres los elijan, ya que sacan el beneficio de las comisiones sobre su consumo. De no ser así no saldrán de un salario de subsistencia que no les permite apenas vivir y si la situación se prolonga no tendrán más remedio que abandonar. Por lo general salvo en el mundo de la moda, ventas, belleza o cine no está muy bien visto que un chico haya sido host.
Los clubs de hosts forman parte del Mizu Shobai o “mercado del agua” como se llama al negocio de la noche en Japón. Tradicionalmente tenían mala fama pero el buen concepto que tienen las mujeres de ellos en la actualidad los han puesto de moda. El primer club de hosts japonés abrió en Tokio en 1966. Hay clubes en los lugares más populares de Japón, principalmente Kabukicho 歌舞 伎 町, Umeda 梅田, Shibuya 渋 谷 o 难 波 Namba en Osaka 大阪. El Smappa es uno de los más famosos clubes de hosts del Red Light District de Kabukicho, en Tokio, funciona desde 1996. Algunos de ellos son propiedad de la Yakuza.
Es un fenómeno poco habitual en occidente, que las mujeres gasten dinero en los hombres. Pero hay que tener en cuenta que somos culturas diferentes y viendo la estética de un hombre oriental, esa piel casi de niño, la falta de vello corporal, casi similar a la belleza femenina, entendermos que la androginia y la sensualidad son habituales en los hombres orientales, así es que sentirse atractivos y exhibirse no les produce ningún prejuicio.
Las clientas pueden agruparse en mujeres ricas y casadas, prostitutas que lo pasan mal en sus trabajos, y las groupies que son capaces de ahorrar para conseguir al chico que quieren. En cualquiera de los casos el host es algo que les produce ilusión, que les divierte y que es como un sueño hecho realidad, es algo más mental que físico. A veces atienden también a homosexuales sin que suponga para ellos ningún problema.
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