De cómo una velada aburrida se convierte en algo excitante
Por TuLady, el 13/07/2016

Hoy ha venido una pareja de amigos a casa a tomar algo. Germán estaba atado con su collar y desnudo para disfrute de nuestros ojos. Mis amigos ya lo conocían, pero siempre lo habían visto vestido y han empezado a hablar del buen cuerpo que tenía. Lo tiene, es obvio, pero lo sorprendente para mí ha sido la naturalidad con la que ha empezado a hablar mi amigo. Una cosa nos ha llevado a la otra y hemos derivado el tema a las relaciones homosexuales y le he preguntado si había estado con algún hombre. Me ha dicho que no, y yo he aprovechado para decirle medio en broma, medio en serio, que si quería, le dejaba a Germán para que probara. A su mujer no le ha parecido mala idea, y entonces para entonarlos un poco a ambos, yo me he dedicado a juguetear con mi sumiso, mientras ella lo hacía con su marido. Luego hemos decidido quién se follaba a quién y a mi amigo le ha tocado Germán, y como a su mujer le hacía también ilusión probarlo, le he ofrecido que le hiciera una mamada, mientras yo acariciaba perversa y violentamente el pecho de Germán. Y lo que parecía que iba a ser una velada aburrida ha resultado ser una especie de orgía de lo más interesante...
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