Dos hombres
Por TuLady, el 02/05/2016

He comprado un consolador a Germán, uno de esos que lleva al final como una cola de animalito. Lo he desnudado, atado y amordazado y se lo he puesto. Lo he dejado en la esquina de la habitación, mientras se le tensaban los músculos de los brazos y las piernas por el esfuerzo de mantener la postura. Con el culo hacia arriba y con el rabo del consolador cayendo sobre el suelo. Así me gusta que no proteste, que todo le venga bien... Luego ha venido mi amigo Carlos a tomar una copa conmigo y le he dicho que si quería le prestaba a Germán, que lo tenía castigado en mi cuarto con su culito preparado y por supuesto encantado de que le dejara jugar con él. Mientras yo me he tumbado en la cama con una copa de vino a ver cómo mi amigo le rompía el culito a mi sumiso.
Imagen: Michele di Trani
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